martes, 18 de mayo de 2010

Ruth Mehl


Hoy, el teatro para niños llora a Ruth Mehl

En la madrugada de hoy, murió nuestra queridísima Ruth Mehl, periodista, crítica de teatro infantil e investigadora. Fue uno de los pocos especialistas del género en la Argentina. Al teatro para niños le dedicó toda su vida y, hace menos de un mes, acababa de lanzar su libro "El teatro para niños y sus paradojas". La vamos a extrañar muchísimo.

Ruth Mehl es uno de los próceres del teatro infantil en la Argentina. Periodista, investigadora y escritora, trabajaba en La Nación desde 1978. Falleció hoy a la madrugada, luego de haber sido operada del corazón el jueves pasado.
Nació en Córdoba en 1932. En 1960 se radicó en Buenos Aires. En 1962 viajó a los Estados Unidos con una beca y estudió periodismo, literatura infantil, teatro, daramaturgia y comunicación de masas, durante un año, en la Universidad de Nueva York. A su regreso dirigió colecciones de libros para niños, escribió programas para Radio Nacional sobre libros y niños, participó en la organización de ferias de libros y ciclos de funciones teatrales. Integró jurados en el país y el extranjero, incluyendo el que otorga el IIBBY (International Borrad of Books for Young People), el Premio Andersen Internacional. En la Argentina fue jurado en varios concursos de teatro para niños.
Es autora de libros para chicos, una novela juvenil, diversos artículos sobre la literatura y el teatro para niños, y el libro de crítica y reflexión: Con éste sí, con este no, más de 500 fichas de literatura infantil. Recientemente había lanzado el libro El teatro para niños y sus paradojas, editado por el Instituto Nacional de Teatro.
En 1978 se vinculó con la escritora Syria Poletti, quien la invitó a reemplazarla en su columna "Adónde ir con los chicos", en el diario La Nación. Así fue que, desde 1978, visitó las salas teatrales evaluando los espectáculos infantiles. Posteriormente, se hizo cargo de la crítica de estos espectáculos en la columna "Platea infantil", un clásico de todos los sábados en La Nación.

viernes, 14 de mayo de 2010

Lukánikos, el perro piquetero

A cara de perro

Lukánikos, un chucho callejero, abandera las protestas en Atenas. El animal se ha convertido en todo un fenómeno mediático mundial gracias a internet

Por Estibaliz Santamaría
Diario Vasco

Los griegos están que muerden con su Gobierno, tanto que entre ellos ha surgido una nueva especie de manifestante. Se llama Lukánikos y los antidisturbios de Atenas ya conocen sus malas pulgas. Desde hace casi dos años, participa en primera línea de batalla en cada manifestación de sindicalistas, anarquistas y grupos antisistema, y enseña los dientes a la Policía como ningún otro compañero de piquete. No se arredra ante nada; si toca correr, es el más rápido, y esquiva como nadie las pelotas de goma de los antidisturbios. Alguna ventaja tenía que tener ser un perro callejero -por supuesto, sin ningún pedigrí-.
La prensa internacional, desde The Guardian a Il Corriere della Sera, de Newsweek a Libération, no sale de su asombro tras descubrir a este chucho pelirrojo en las imágenes de multitud de disturbios ocurridos en Atenas desde 2008.
Ídolo antisistema
Internet y sus redes sociales han elevado al can a la categoría de ídolo antisistema y Lukánikos ya tiene su propio blog y varios perfiles en facebook, con miles de fans. Algunos se preguntan si su 'militancia' no se deberá a algún efecto adictivo que los gases lacrimógenos puedan provocar en el mejor amigo del hombre, dado que desde su primera manifestación, hace casi dos años, no se ha perdido ninguna convocatoria con visos de terminar en batalla campal.
No dejan de aparecer fotografías del perro ladrando desaforado ante los escudos de la Policía helena y su imagen enfurecida entre la humareda de gases y cócteles molotov está alcanzando tintes épicos en el país. Tuvo su bautismo de fuego en 2008, durante los disturbios que desencadenaron la muerte del quinceañero Alexis Grigorópulos por un disparo de la Policía. Pero últimamente no da abasto, con tanta gresca como hay en el centro de Atenas. Aunque parece que responde al nombre de Lukánikos, algunos medios le apodan Kanellos, en homenaje a un congénere de ese nombre que solía merodear por el barrio de Exarjia (la zona de Atenas en la que las refriegas con los antidisturbios son el pan de cada día) y que se convirtió en la mascota fiel del movimiento antisistema.
Por lo visto, en Grecia la lucha perruna es más común de lo que parece. Hasta las leyendas helénicas encumbran a este animal como guardián del pueblo. Cuenta el mito que 50 perros tenían encomendada la misión de defender Corinto y cuando ésta fue atacada, sólo uno -Soter- sobrevivió, y pudo alertar a la población, salvando la ciudad.
Así que Lukánikos podría engrosar los anales de la mitología griega, siempre que demos por buena la teoría de que, efectivamente, el can que aparece en todas las imágenes es el mismo. Teniendo en cuenta que en Atenas abundan los perros callejeros -al punto de que el Ayuntamiento se encarga de vacunarlos, esterilizarlos y diferenciar a los machos de las hembras con collares azules y rojos-, podríamos encontrarnos ante distintos perros, todos pelirrojos y revolucionarios, con el mismo collar. Ver vídeo