domingo, 20 de junio de 2010

La Bella y la Bestia otra vez en Buenos Aires


Marisol Otero y Juan Rodó, en 1998 Omar Pini, Juan Rodó y Pablo Lisazo, en 1998

Pasado y presente del primer musical de Disney en Buenos Aires

Por Pablo Gorlero

En 1996, Daniel Grinbank se asoció con empresarios mexicanos con la idea de transformar a la avenida Corrientes en un símil latinoamericano de Broadway. Y comenzó con un promocionado contrato que firmó con el mismísimo Roy Disney para llevar a escena los musicales de esa fábrica de entretenimiento, en los principales centros culturales de América latina y de España. El puntapié inicial fue La Bella y la Bestia , en 1998, con una puesta que deslumbró a Buenos Aires.
Y sí, aunque ya se habían visto montajes impresionantes, como Cats o El beso de la mujer araña , podría decirse que este musical de Linda Woolverton, con letras de Howard Ashman y Tim Rice, y una partitura preciosista de Alan Menken, fue un emergente en la historia del género en la Argentina.
Cuando se estrenó en Broadway, en marzo de 1994, así como despertó admiración también elevó múltiples críticas por su recargada maquinaria escénica. Se hablaba de una suerte de "hollywoodización" de Broadway. Era verdad. ¿Pero está mal? Los musicales despojados pueden convivir con la parafernalia.
La versión argentina de aquel entonces nada tuvo que envidiarle a la estadounidense. Por el contrario, contaba con el agregado de una energía palpable y de interpretaciones inolvidables.
La señoría y la potencia de Juan Rodó, como Bestia, tenía un complemento perfecto con una debutante Marisol Otero, que derrochaba dulzura. Diego Jaraz era imparable como villano; con su elasticidad y gracia, Gustavo Monje demostraba que es uno de los mejores artistas integrales; Omar Pini, exacto y simpatiquísimo como Dindón; Rodolfo Valss, un papá loquísimo, y una pizpireta Alejandra Radano, como Babette. El elenco completo era impecable. Si hasta Elena Roger hacía pequeños papeles (una de las chicas bobas, por ejemplo). Pero hubo tres actores que fallecieron muy pronto, antes de tiempo. Nelly Fontán, deliciosa como ropero; Mónica Núñez Cortés, que irradiaba la ternura necesaria para su Potts; y Pablo Lisazo, un sinónimo de comedia musical, cuya labor es inolvidable.
Cuando se estrenó este año me resistía a verla. ¿Conservaría la magia de hace más de una década? ¿Aquel elenco impecable podría igualarse? Tardé unos cuantos meses en comprobarlo. La nueva edición de La Bella y la Bestia conserva ese preciosismo de las comedias musicales clásicas, de textura y factura impecable. Claro, el encanto no es el mismo. En aquél entonces, cuando en el prólogo, la bruja se elevaba por los aires y convertía al joven príncipe en una bestia despertaba sorpresa, admiración y era el encantamiento perfecto para lo que vendría después. Lo mismo ocurría con el armado escenográfico del castillo. Cuando aparecía en escena, en cada función se oía un murmullo de exclamación en la platea. Hoy los artilugios escénicos y los efectos especiales son moneda corriente. Ya no despiertan tanta sorpresa. Pero es una obra en la que uno no puede no pasarlo bien.
Para mí la gran sorpresa fue el dúo que componen Magalí Sánchez Alleno y Martín Ruiz, como Bella y Bestia, debutantes en roles protagónicos. Magalí es la Bella perfecta. Como si el personaje hubiera encontrado a su intérprete ideal. Voz, presencia y encanto la consolidan en este trabajo. Entretanto, Martín Ruiz no tiene la estatura imponente de Rodó, pero se descubre como un actor que supo encontrarle el alma a su criatura. Supo cómo sacarle lo horrorífico y lo entrañable. Es un personaje complejo que tiene tránsitos rápidos. Pero Ruiz le puso el alma que la Bestia necesitaba. Ambos hacen una dupla perfecta.
Federico Moore consigue encontrarle la gracia a Gastón. Se apoyó más en la composición del villano simpático que en la del odioso. Y cumple muy bien con ese propósito, correctamente acompañado por Roger González, como Lefou. Otro papel muy logrado es el de Babette, a cargo de Ana Fontán. Tanto Carlos Silveyra como Ricardo Bangueses logran trabajos muy buenos. Pero es en la conexión entre ambos donde uno añora esa dupla entrañable que conformaban Lisazo y Pini en el 98. El resto del elenco muy bien. Y habría que destacar algunas perlitas: Walter Canella, que supo sacarle mucho provecho a Monsieur D'Arque, un personaje bastante anodino; y el trío que componen Florencia Vitterbo, Jimena González y Jorgelina Maglio (sobre todo esta última), como las Chicas Bobas.
En los papeles protagónicos dos actores vuelven a estar en el elenco: Marisol Otero y Rodolfo Valss. Es evidente que Marisol Otero -la Bella anterior- supo lo que hizo cuando se postuló para otro personaje: la Señora Potts. Dota a su personaje del encanto que necesita y cuando canta "La Bella y la Bestia" entrega uno de los mejores momentos del espectáculo. Por su parte, Rodolfo (debería contarlas, pero tal vez sea el actor que más comedias musicales haya hecho en el país) vuelve a incorporar al viejo Maurice a su cuerpo. Y su personaje ha evolucionado en el mismo cuerpo que hace doce años. Compone a un viejito simpatiquísimo que vuelve muy vivo el vínculo con su hija, la heroína de la historia.


Rodolfo Valss, como Maurice en las dos versiones

Escenas de la versión 2010

7 comentarios:

  1. Te faltó contar otra perlita: que la Bella de la primera hora, es la Sra Potts de esta...

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  2. Es verdad!!! Me la había olvidado y está genial. Ya la agregué. ¡Gracias por hacérmelo notar! Abrazo

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  3. PABLITO , gracias por recordar siempre a los amigos del elenco que salieron de gira ... se los extraña y a los que no estan en el elenco , pero siguen aqui tambien !!!

    Como dice CC , que te habias olvidado de la señora Potts , tambien , si me permitis decirte , te olvidaste que , yo estoy tambien en esta puesta , como en la del 98 ...

    Gracias Pablito , por estar siempre ayudando al genero musical !
    ABRAZOS GIGANTES !!!
    rodo valss .

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  4. Gracias Pablo!!! hermosa tu critica!!! un abrazo!
    marisol otero

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  5. Estoy mayor, Rodolfo. Eso me pasa por escribir rápido. Una vez un bailarín me dijo: "cuando creés que incorporaste todos los pasos, salís a escena y te olvidaste de sacarte las pantuflas". Beso grandote.

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  6. La verdad es q es incrible la actuacion de cada uno de los personajes q interpretan cada persona! AMO LA OBRA!!
    Buenisima la actuacion de Federico Moore en esta obra, te hace llegar a querer al personaje de Gastón...hasta q llega el final!
    La actuación de Magalí también es increible ya q tiene esa ternura y calidez que presenta la pelicula.
    Y por supuesto Martín Ruíz es un fabuloso actor y cantante y supo personificar excelentemente a la bestia con su ternura!
    BESOS! Gaby

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  7. Esta puesta está increíble y me puso la piel de gallina como la primera vez. Si bien es cierto lo que hablás cuando decís que los efectos ya son moneda corriente, tambien yo me resistí a verla hasta que no corrieran varios meses de funciones, pero muchos son los destaques y sigue palpable esa magia escenica que termina metiendote dentro del cuento. Gracias por tus criticas, siempre son muy buenas. German

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